La
música comercial y la imagen en la sociedad
Las
personas, en especial los adolescentes, son el punto blanco para el
marketing musical. No se trata solamente de vender CDs, sino de
vender imágenes que los adolescentes toman como referencia. Esta
referencia a menudo suele ser de agrado para la sociedad y el mismo.
Pero no siempre se sigue un modelo de mujer u hombre semejante al
aspecto de los adolescentes de hoy en día. La palabra adolescente
tiene un doble significado y uno de ellos es el de origen latín
‘‘estar carente o falto de algo’’. Esta carencia que siente
el individuo lo empuja a buscar aquello que lo completa, muchas veces
es el mercado quien lo logra rodeándolo de cánones de belleza
cada vez más fuertes, debido al nivel de importancia que se les da.
El canon de belleza es el conjunto de aquellas características que
una sociedad considera convencionalmente como bonito, atractivo o
deseable, sea en una persona u objeto, y que varía entre las
culturas.
Un
ejemplo de cómo el mercado, con sus múltiples estrategias para
vender, logra convencer a un individuo de cierta edad, está
claramente intensificado en un género musical que deriva del Rock,
llamado Pop que, como su nombre lo indica, se centra en la canción
‘‘popular’’. En un momento de la historia del Rock se tomó a
este último y se le incorporó sonidos electrónicos para adaptar al
Rock para un público de todas las edades. Desde finales del siglo
XIX se establecieron algunas escuelas de composición de canciones,
como
la
famosa “Tin Pan Alley”, de Nueva York. Los
compositores que trabajaron por encargo durante sobre todo la segunda
mitad del siglo XX conocían
la manera de escribir canciones que gustasen. Por lo general, la
discográfica le paga una composición a un escritor de canciones que
trabaje a sueldo, y se la da a cantar a un cantante que dé la imagen
y tenga la voz adecuadas para su época.
Debido
a que los cánones de belleza cambian a lo largo de la historia, la
imagen de la mujer y del hombre ‘‘perfectos’’ también
cambian. Al hablarse de los adolescentes actuales se hace referencia
al Siglo XXI, donde en la mujer, el canon de belleza se establece en
mujeres altas y extremadamente delgadas que poseen cualidades
relacionadas con la juventud y con capacidad de procrear, lo que
convierte a la mujer en persuasiva, deseable y con éxito social.
Búsqueda de unas medidas del cuerpo 90-60-90, con el pelo rubio y
aspecto frágil. Se busca una figura esbelta, con senos firmes,
simétricos y sólidos, con una altura superior a la media, piel
tersa y bronceada, ojos grandes, nariz pequeña, boca grande y labios
gruesos, vientre liso, pelo largo, piernas largas y torneadas.
Los
cánones de belleza están expresados en las formas de vestir y las
formas de relacionarse con los demás que tienen los adolescentes.
Por ejemplo un adolescente que siente cierto fanatismo por un grupo
musical que reúne las características antes mencionadas,
probablemente quiera vestir del mismo modo o quiera expresar sus
sentimientos repitiendo palabras o expresiones similares al que
utiliza su referente, además de escuchar ese estilo musical. Este
mecanismo que utiliza el mercado, para intervenir en las formas de
vestir y de expresarse constituye lo que llamamos ‘‘moda’’ y
se caracteriza por el saber manipular las acciones de individuos más
dóciles, aquellos que transitan la adolescencia.
En
conclusión, la
música es un factor de incidencia sobre la imagen, y el
comportamiento de las personas, en especial los adolescentes, debido
a las diversas estrategias del mercado capitalista para lograr un
mayor comercio de sus productos.